Procedente del cercano monasterio de Trianos, de origen plenomedieval, este retablo del s. XVIII conserva en su fábrica elementos anteriores, en concreto los magníficos medallones o la escena del Santo Entierro, obras del s. XVI realizadas por Juan de Angers y Guillermo Doncel contratado por Doña Isabel de Quiñones, por 180 ducados, el 25 de agosto de 1545, para la capilla que tenía en propiedad en el monasterio antes citado.
La desamortización de Mendizábal en el s. XIX supuso la desaparición de buena parte de las obras de arte conservadas en los monasterios cuyos bienes pasaron a subastarse. Este retablo tuvo la fortuna de salvarse.

El retablo actual nos ofrece la siguiente iconografía: la hornacina ubicada en la zona central está ocupada por un pequeño crucificado en madera tallada y policromada y en relieve; a ambos lados. Cristo con la cruz camino del Calvario y Cristo orando en el monte de los Olivos. En cuatro medallones están representados de medio cuerpo la figura de los evangelistas. En la calle central debajo del crucificado tenemos en relieve el Santo Entierro, y encima, también en relieve, el Descendimiento de la cruz y Cristo atado a la columna. Restaurado en 2003.

RELIEVES EN EL RETABLO

Dentro de la Ruta de Retablos Renacentistas del Este de León, hoy vamos a ver la historia del retablo del convento de Trianos y los ocho relieves que están en un retablo barroco en la Capilla de Jesús Nazareno en la Sahagún.
En 1936, JC. Torbado escribió un artículo sobre el retablo del convento de la Orden de Predicadores en Trianos. En León, el 25 de agosto de 1545, ante el escribano Pedro de Argüello, se hace la escritura de la contratación del retablo entre Dola Isabel de Quiñones, Guillén Doncel y Jean de Agners.
A, Doncel, se le conoce por aparecer su firma en la sillería de coro del convento de San Marcos en León. A, Jean de Agners, se le conoce por su declaración a favor de Juan de Juni en el pleito contra Giralte, con motivo del retablo de la Antigua en Valladolid. En 1548 tallaba en unión de Remesal, entallador, el retablo de Carbajal, a una legua de León.
Díez eran los relieves que en total componían el retablo de Trianos, con la siguiente tracería, a lo romano de columnas, pilastras, cornisas, impostas, elementos éstos de los que nada podemos decir porque todo ha desaparecido.
Solamente se conservan ocho relieves, en el retablo de Sahagún, el crucifijo de bulto se conserva en la parroquia de San Esteban de Villamol, León, falta el Dios Padre de medio cuerpo, así como los dos escudos de armas que, según el concierto, se habían de poner a los lados y a lo alto del retablo.
RELIEVES
DESCENDIMIENTO de X.P.O. en la CRUZ
Este relieve está colocado en la parte superior del actual retablo, anteriormente estaba debajo del crucifijo de bulto. Su composición es idéntica al relieve en piedra que hay en la fachada de la iglesia del convento de San Marcos en León.
ENTIERRO DE CRISTO
Este relieve colocado en el banco, consta de ocho figuras, cuyas dimensiones son de 0,73 por 1,54 metros. Se observa que la figura de Nicodemus es la misma que ayuda a sostener el cuerpo del Señor en el Descendimiento.
CRISTO CON LA CRUZ A CUESTAS
Este relieve está constituido por una sola figura, la figura del Señor es atrayente tallada con la sencillez y soltura del que domina el arte.
LA ORACIÓN DEL HUERTO
En este relieve, se ve bien la mano de Jean de Agners, tanto por la manera fácil de tratar los paños, como por otros detalles, un buen artista que en el siglo XVI vinieron a León, junto a Juan de Juni.
SAN MARCOS
Su autor es el mismo que talló la figura del Evangelista que hay en la sillería de coro de San Marcos de León, Jean de Agners
SAN JUAN
Este relieve se atribuye a Jean de Agners, por la manera de tratar los paños.
SAN LUCAS
Este relieve se lo atribuimos a Jean de Agners.
SAN MATEO
Este relieve recuerda al relieve de la quema de libros que se custodia en el Museo de León. Recuerda a algunas figuras de la sillería de coro de San Marcos
(Fuente: Asociación Cultural Balle de Scapa)

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